El agua es un elemento de riesgo para todos, pero especialmente para niños, personas con discapacidad y mayores. Por ello, es aconsejable tomar una serie de medidas con la que aumentar la seguridad en el cuarto de baño.
El cuarto de baño es un lugar de accidentes en el hogar. Resbalones por la presencia de agua en el suelo o incluso por quemarse con agua caliente al lavarse las manos son ejemplos comunes. Los niños y las personas mayores tienen una piel más fina, y por tanto, más sensible.
Con el lavabo
Algunos pequeños tienen dificultad para alcanzar a lavarse las manos. Por ello, es aconsejable disponer de un peldaño que sea estable, donde los pequeños puedan subirse. Así les permitirá acceder a la grifería y al lavabo sin problemas. La grifería monomando es más segura, puesto que mezcla la temperatura del agua y el caudal fácilmente. Pero en este sentido, es fundamental que el grifo sea de calidad y no tenga daños. Un grifo de mala calidad o dañado puede ser motivo de quemaduras por la oscilación de temperatura en el agua.
Es fundamental que los productos potencialmente peligrosos no estén al alcance de pequeños o personas con deterioros cognitivos importantes. Hay que quitar del alcance medicamentos, productos de limpieza y herramientas como tijeras, maquinillas de afeitar,etc.
En la ducha
Es una zona especialmente peligrosa. El resbalón en la ducha y la bañera es un clásico, tanto dentro como al salir o entrar. Por ello, es aconsejable elegir, para la ducha, un suelo con baldosas o un plato o superficie antideslizante. Hay que decir, que las juntas en los suelos los hacen menos deslizantes. Así que si va ha pensado en hacer una ducha de obra, elija una baldosa de tamaño pequeño. Las placas de gresite son ideales en este sentido. Los platos de ducha se clasifican en PN12 o clase A (medianamente deslizante) a PN21 o clase C (muy antideslizantes). El PN18 y la clase B se situarían en un punto medio. Es una característica que los fabricantes indican habitualmente.
Pero en la ducha, no sólo debemos prestar atención a los resbalones, sino que también pueden ser frecuentes las quemaduras. Aunque la temperatura no sea excesivamente elevada cuando sale del calentador, podría producir quemaduras en la piel, al igual que la propia grifería. Por lo tanto, si importante elegir un grifo termostático, ya que en este caso, un niño no podrá regularlo y elevar la temperatura por encima de 38ºC. Además, es recomendable una grifería que mantenga en cuerpo frio o tibio, incluso si el agua que circula por el interior tiene una temperatura elevada.
Si contamos con un espacio de ducha suficientemente grande, podemos colocar un asiento plegable o incluso de obra. Otro tipo de accesorio interesante, pueden ser los pasamanos, formados por barras adaptadas que mejorarán la seguridad de toda la familia.
En la bañera
Para la bañera, también es recomendable un grifo monomando baño-ducha termostático de cuerpo frio, para evitar cualquier riesgo de quemaduras. Para facilitar el acceso a la bañera, podemos optar por un modelo con puerta o bien colocar un peldaño. Algunas bañeras están provistas de asas, que ayudan a incoporarse. Si no es el caso, se recomienda instalar un accesorio de agarre en la pared a nivel central de la bañera y a una altura adecuada que nos facilite la entrada o la salida.
Consejos para conseguir una mayor seguridad en el cuarto de baño:
- Tenga siempre un asiento en el cuarto de baño. Una banqueta o un taburete le permitará sentarse para desvestirse, pero también para vigilar cómodamente a un niño que se está bañando.
- Apueste por un diseño fluido en el cuarto de baño. Evite las aristas vivas, una alfombra de baño que resbala, etc.
- Elija un suelo antideslizante.
- Evite hacer movimientos complicados o arriesgados, colocando toallas y albornoces al alcance de la mano a la hora de salir de la ducha o de la bañera.
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